El actor, a pesar de no haberse casado con la actriz y cantante francesa, prefiere terminar todo sin problemas y evitar una batalla legal
Aunque nunca llegaron a contraer matrimonio, Vanessa Paradis se llevará una cuantiosa suma económica de su separación del actor, que se hizo pública el pasado martes. La expareja no tiene ninguna intención de disputar en los tribunales el reparto de bienes tras el fin de su vida en común, y el arreglo económico, de 100 millones de dólares, se entiende como un gesto de buena voluntad de parte de Johnny Depp para mantener la cordialidad en su relación.
«Si la pareja se hubiera casado, la mujer del señor Depp podría haber reclamado directamente la mitad de su patrimonio, además de diversos importes por la manutención de los niños. Sin embargo, al haber permanecido todo este tiempo como pareja de hecho, resolver su situación implicaría una ardua batalla legal que tendría elevados costes y consumiría mucho tiempo», explicó al diario ‘The Sun’ Robert Naschin, abogado experto en divorcios de famosos.
La amplia compensación económica que obtendrá la cantante francesa no sorprende teniendo en cuenta la acomodada posición de su expareja. El intérprete ganó solo el año pasado unos 50 millones de dólares, patrimonio al que hay que añadir sus propiedades inmobiliarias en París, Venecia y Hollywood, así como una isla privada que tiene en las Bahamas.
Tras 14 años juntos, la ex pareja tuvo dos hijos en común, Lyli-Rose, de 13 años, y Jack, de 10. Según los amigos cercanos: «la pareja intentó durante meses salvar la relación, pero han sabido desde hace semanas que era imposible».
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