Reynosa, Tamaulipas.- En la lucha por ganar espacios en diversas profesiones y oficios, las mujeres han ingresado poco a poco a terrenos que antes eran considerados exclusivos para los hombres, como son las actividades militares. Por muchos años, las mujeres estuvieron relegadas a tareas domésticas y con el tiempo, la lucha de igualdad de oportunidades ha cobrado fuerza y terreno, por ello al día de hoy se ven a mujeres conduciendo unidades del transporte público, del metro, como bomberos, policías y la milicia no es la excepción.
En la octava zona militar, con sede en Reynosa, las mujeres han ganado terreno en las diferentes funciones que se desarrollan en la vida militar de esta frontera y del país entero.La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) impulsa la política de equidad de género a través de la ampliación de actividades de las mujeres en todos los campos de la vida militar.
Ante ello, actualmente los cuarteles militares han autorizado el ingreso de las mujeres a los diversos campos de acción, sin limitarlas solo a las áreas médicas o de enfermería.
Tal es el caso de María Fernanda, joven soldado que ingresó a las filas de la milicia hace 18 meses con la convicción de servir a su país, una nación que, consideró, necesita de la unión de esfuerzos sin importar el género.
Desde hace un año y medio, María Fernanda, quien por razones de seguridad pidió omitir su nombre completo, decidió ingresar a las fuerzas armadas, convencida de que su vocación era la de servir, pero hacerlo desde un lugar que le permitiera estar al nivel de cualquier otra persona sin importar el sexo.
«Vengo de una familia de militares, la vocación te llama, ves a tus familiares dentro, el trabajo que realizan, el orgullo con que portan el uniforme y claro que quieres seguir ese ejemplo y trabajo tan digno».
La joven soldado dijo sentirse orgullosa y honrada de poder formar parte de las fuerzas armadas del país, trabajo que reconoció no es sencillo pero que con disciplina se logra avanzar.
«Aquí tenemos todas las posibilidades de estudiar, de llegar hasta donde queramos, podemos hacer una carrera, seguir avanzando en beneficio de nuestro país», añadió.
Reconoció que en el año y medio que lleva dentro de las filas de la Sedena ha recorrido varios municipios, pero que ahora el destino la colocó en esta ciudad fronteriza, en donde realiza labores administrativas, acorde a la carrera que recientemente concluyó.
«Actualmente realizo labores administrativas, estoy en oficinas de la octava zona militar, pero si fuera necesario estoy obligada a salir a operativos, auxiliar en una emergencia o contingencia de cualquier tipo, aquí todos estamos convencidos de que nuestra labor es en beneficio de la ciudadanía», expresó.
Sin precisar el número exacto de féminas que laboran en esta frontera dentro de la Sedena, la joven de al menos 1.65 metros de estatura, dijo que al igual que ella se encuentran otras mujeres, «somos como 10 o 15, no recuerdo el número exacto«.
Resaltó su gusto por su arreglo personal, maquillada y con discretos aretes, la espigada joven confirmó su vocación por el servicio militar, aun y que ello implique usar diariamente pesadas botas, uniforme camuflajeado, boina y arma de fuego, entre otros elementos que complementan su vestimenta.
«Para mí es un orgullo decir que eres mujer y que puedes hacer lo que muchos dicen que no se puede, claro que si podemos y muchas somos la muestra, aquí estamos con orgullo y honor de poder proteger a nuestro pueblo» , aseveró.
[Notimex]