Mujer asesina; confiesa ser ella quien atacó a su esposo

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Mujer asesina; confiesa ser ella quien atacó a su esposo

asesinado

Fue la semana pasada cuando se encontró a un obrero agonizante en el fraccionamiento Palmares de las Brisas, que murió en la sala de terapia intensiva del Hospital General “Dr. Alfredo Pumarejo” tras ser apuñalado, que hasta hace unas horas se desconocía el móvil del crimen, pero ahora se conoce que fue asesinado por su esposa.Y es que en un arranque de celos y coraje Cinthia Guadalupe Leija Ramírez de 19 años de edad asesinó a su marido a cuchilladas tras un arranque de celos al ver que el ahora occiso, Genaro Martínez Olvera, de 39 años se le quedó viendo a una mujer por lo que al regresar éste, discutieron por dicha acción, y la ahora viuda le dio una cachetada y Genaro se salió con sus amigos.

Pero como estaban ingiriendo bebidas embriagantes sus compañeros de parranda le calentaron la cabeza, por lo que se molestó y regresó a golpearla fuertemente, y en un descuido según declara la asesina corrió a la cocina y tomó un cuchillo para amagarlo solamente, pero al final optó por apuñalarlo arriba de la tetilla izquierda, la cual resultó mortal pues no pudo sobrevivir.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de agosto del año en curso en la calle Encinos número 454 del Fraccionamiento Palmares de las Brisas, dónde Fue auxiliado Martínez Olvera por los paramédicos a las 02:05 horas, quién fue trasladado al hospital General Doctor Alfredo Pumarejo, donde finalmente falleció tras las heridas.

La responsable fue detenida por los elementos de la Ministerial cuando terminó por confesar el asesinato al no aguantar los interrogatorios a los que fue sometida y cayera en contradicciones.

Además de aceptar que fue ella la que acabó con la vida de su esposo, argumentando que fue en defensa propia al ser víctima frecuente de la violencia intrafamiliar llevó a los elementos de seguridad pública hasta donde había dejado el arma, misma que al ser recogida presentaba manchas de sangre.

Ahora la mujer asesina será enviada por el Agente del Ministerio Público Investigador al Penal de Santa Adelaida y consignada a un Juzgado Penal, dejando huérfano a un menor de 2 años 8 meses que fuese producto del amor que algún día se tuvo la pareja.

DECLARACIÓN

La ahora viuda narró la forma en que sucedieron los hechos al rendir su declaración en la Fiscalía Octava:

“Hace como dos años me casé con Genaro, tenemos un niño de dos años y ocho meses.

El sábado como a las once y media de la noche Genaro se fue con los vecinos de enfrente a emborracharse.
Vi que él se le quedaba viendo a la vecina, que estaba empinada cortando el zacate, ellos fueron novios hace años, por eso me dieron celos.

Al poco rato mi esposo fue a la casa y me pidió 20 pesos, yo no se los quise dar porque nada más tenía 90 para gastar al día siguiente, además le reclamé por qué estaba viendo a la vecina”.

“Le di una cachetada y se fue”.

“Por la ventana lo estaba viendo y escuché cuando sus amigos le decían que si alguna de sus esposas le hubieran hecho eso, ya le hubieran puesto una golpiza para que entendiera”, agregó.

“Me fui a acostar con mi hijo, pero al poco rato escuché un ruido muy fuerte, era Genaro, que se fue derecho sobre mí para pegarme.

Corrí al baño a esconderme, pero abrió la puerta y siguió pegándome”.

“Para que dejara de hacerlo le grité que parecía que estaba embarazada, que ya no me pegara, pero él siguió con los golpes”.

Aseguró que lo amenazó con dejarlo, pero tampoco le hizo caso.

“Salí del baño y me fui a la cocina, él me siguió, entonces tomé un cuchillo para espantarlo, pero se lo encajé todo”.

“Me asusté y se me cayó”.

Aseguró que él siguió caminando, lo siguió y aunque le pidió que se regresara, éste no le hizo caso.

“No pude seguirlo porque no quise dejar sólo a mi hijo”.

“Más tarde fui a la esquina y un vecino me comentó que a mi marido se lo había llevado una ambulancia”.

“Me dio miedo y le pagué a otro vecino para que en su taxi me llevara a la casa de mi mamá, María de la Luz Ramírez, a la calle Nuevo Repueblo, número 8, de la colonia Las Mitras”.

“Le platiqué todo a ella y me dijo que esperara a que amaneciera para ir al hospital, pero cuando amaneció me detuvo la Policía”.

Con información de: Ricardo Guajardo