La actriz recibió un homenaje durante el festival de cine de Dauville, y habló de su inicios en Hollywood

Salma Hayek encantó y derrochó sensualidad durante su presentación en el Festival de Cine Americano de Deauville, Francia, donde fue merecedora de un homenaje por su trayectoria.

En el evento, la también productora estuvo acompañada de su esposo François-Henri Pinault y su hija, con quienes no tuvo inconveniente en posar para las cámaras, luego de que una cabaña de playa del lugar recibió el nombre de la actriz, como parte del reconocimiento a su carrera.

De acuerdo con el periódico Daily Mail, la veracruzana hizo gala de “todo su repertorio de modales de alfombra roja” y “mostró sus curvas en un inusual pero lindo vestido”.

La actriz también dio una rueda de prensa, que según francetv.fr fue de las más amenas que se han presentado en el festival, con una Salma bromista y encantadora, según las frases usadas por los cronistas.

“Cuarenta y seis años y nada de botox”, dijo la que fuera protagonista de El callejón de los milagrosal abrir la conferencia.

Un periodista le preguntó si era feliz de reencontrarse con Oliver Stone, con quien se había convertido en U-Turn, hace 15 años. “Fue Jennifer Lopez, pero es normal que te equivoques, debí ser yo”.

Respecto al homenaje, Salma admitió la sorpresa. “Me sorprendió un poco cuando me enteré de la noticia y sentí una sensación extraña, incómoda, un poco avergonzada”.

La veracruzana también derramó lágrimas al recordar Frida, su primera película como directora, la cual se vio presionada a terminar y pudo hacerlo con la ayuda de amigos, lo que le significó “uno de los viajes más hermosos por los caminos de la amistad”.

“Cuando empecé, me dijeron que era imposible para mí, una mujer con acento mexicano, entrara a este negocio, excepto en papeles de criada o de pareja de narcotraficantes. ¡Ahora soy la reina de un cartel!”, declaró la mexicana, en una más de las frases que conquistaron a los asistentes.

Al recordar su infancia en Coatzacoalcos, Veracruz, señaló que la películaWilly Wonka y la fábrica de chocolate le inspiró su amor por el cine y la actuación.

“Me di cuenta que el cine podría ser como un río hecho de chocolate y goma de mascar y luego eructar a ti mismo de nuevo a la tierra, llevar flores hechas de caramelo comértelas”, explicó. “Siempre fui un poco triste, criada como católica, con la idea de que solo tenemos una vida para vivir, por lo que la actuación era mi manera de engañar a este concepto. Como actriz, puedo vivir muchas vidas”.

Deauville marca el estreno francés de Salvajes de Oliver Stone, en la que Hayek interpreta a un capo de la droga.

Sobre trabajar con el director Stone dijo que fue una experiencia maravillosa y, sin embargo, extraña.

“Él quería que nosotros pensáramos en nosotros mismos y le diéramos una sorpresa. Él me animó a improvisar mucho. Posteriormente, se recuperaron los mejores momentos y se añadieron al guión”.

A pesar de que admitió que había considerado dejar la actuación después del nacimiento de su hija, Valentina Paloma, la protagonista de El mariachi está feliz de ampliar lo que ella ve como “mis quizás 15 minutos para el final como actriz”.

[Milenio]