Ningún distribuidor quiere estrenar su filme The Canyons; Sundance lo rechazó

Lindsay Lohan en un desnudo total, de frente y teniendo sexo en grupo… así es como la producción de la película The Canyons piensa atraer distribuidores.

Desde que se supo la participación de la actriz en dicha película se desataron comentarios, pues trascendió que trabajaría al lado del actor porno James Deen. Poco después se dijo que la joven dudaba de aceptar el proyecto, sobre todo por las escenas sexuales que tendría que realizar.

En junio del año pasado una persona cercana a la actriz comentó: “Lindsay y su equipo están preocupados por la desnudez que conlleva. Se requeriría que Lindsay hiciera desnudos frontales totales, y las escenas de sexo son muy gráficas”.

Para lograr realizar las escenas, Lohan solicitó a personal de la producción que se desnudara como ella y finalmente lo logró. Sin embargo, lo que ni ella ni el resto del equipo han logrado es que la película encuentre distribuidores. Según Radar Online, el Festival de Sundance rechazó la historia erótica y también el festival The South by Southwest por problemas de calidad.

“Los productores se están volviendo locos porque The Canyons no tiene un distribuidor para estrenarla en cines. Sundance la rechazó, y el único alboroto que la película está consiguiendo es por la escena de sexo de Lindsay está desnuda. Están considerando filtrar un fragmento de la escena de sexo en internet, o en el sitio web de algún periódico en espera de que eso pueda asegurar su distribución”, detalló una fuente cercana.

Por cada día de filmación, Lohan recibió cien dólares.

El otro problema de Lohan es legal. Ayer se supo que despidió a su abogada Shawn Holley, quien la representó en todos los juicios que ha tenido en los últimos tres años.

Aunque Lindsay se arrepintió de despedirla y ahora le ruega que regrese, Holley ya no quiere representarla ni siquiera en la audiencia del 30 de enero en la Corte de Los Ángeles, donde responderá por la acusación de mentir a la policía.

Lohan decidió entonces que contratar a Mark Heller, un abogado de Nueva York que sólo puede representarla en Los Ángeles a través de un representante legal.

[Vanguardia]