Sebastián cuenta la presión que sintió durante el rodaje de la nueva película de Felipe Cazals, El ciudadano Buelna

sebastian_zurita3362-399x600_1_Un día antes de comenzar el rodaje de El ciudadano Buelna, su primer protagónico en cine, Sebastián Zurita se fue a su habitación a llorar por la presión.

Instantes antes, en pleno ensayo de una secuencia importante, no pudo decir ni una sola palabra debido a los nervios.

“Me dijo Felipe (Cazals, el director) que repasaríamos tal escena porque al día siguiente sólo íbamos a tener una hora de luz y no podía repetirse. Era una de esas escenas que por alguna razón no la vi más de una vez; estaba el escepticismo (del equipo de producción) de que un muchachito como yo estuviera al lado de grandes actores, sentía todas las miradas y me puse tan nervioso que no podía decir ni una sola frase del texto”, narra.

Al final de ello Zurita, quien interpretaría a Rafael Buelna, el revolucionario que tuvo en tres ocasiones el destino de México en sus manos, recibió unas palabras sabias por parte de Cazals, el mítico director de Canoa y El apando.

“Creo que yo estaba pálido, Felipe cortó y luego vino a mí para decirme: ¿ya te cayó el peso de la película?, ok, me imaginé que eso iba a pasar; ya te relajaste y sé que puedes, ya tienes el personaje, ahora disfrútalo”, cuenta.

Y entonces cuando llegó el claquetazo inicial, todo fluyó.

Ahí estaba en el elenco Damián Alcázar, como Lucio Blanco; Gustavo Sánchez Parra en el de Álvaro Obregón y Tenoch Huerta, como Emiliano Zapata.

Pero también Marimar Vega, en el papel de esposa; Humberto Busto en el de Francisco I. Madero y Andrés Montiel interpretando a Martín Luis Guzmán.

¿Falta alguien? Muchos, pero pueden mencionarse a Jorge Zárate como Heriberto Frías; Elizabeth Cervantes como una generala y Enoc Leaño en el personaje del general Francisco Villa.

Buelna es un personaje que ha sido borrado del panteón revolucionario”, comenta Cazals.

“Y fue alguien que tuvo en sus manos el destino del país, cuando estuvo a punto de fusilar a Obregón; cuando no deja que Carranza gane en la Convención de Aguascalientes y cuando perdona a Lázaro Cárdenas por perder la batalla de Morelia”, señala.

Contra los mosquitos

El ciudadano Buelna se rodó en locaciones de Sinaloa y Puebla, en donde el clima podía ser extremo.

“De pronto en alguna había muchos mosquitos, abrías la boca y te entraban varios”, recuerda entre risas Marimar Vega.

“Nos llenaban de repelente y antes de empezar a filmar me tenían toda tapada y hacía mucho calor ya luego en Puebla hacía frío y nos quedábamos a dormir en lugares medio raros, pero fueron buenas experiencias”, apunta.

La dirección de fotografía de este filme, El ciudadano Buelna, que tuvo un estreno pequeño en Sinaloa, de donde era el personaje, corrió a cargo de Martin Boege (El violín y Backyard: el traspatio).

[El Universal]