Salvador Mejía intentó traer a Montiel para una telenovela

Sara-MontielSalvador Mejía no pudo concretar una oferta de trabajo que le hizo a Sarita Montiel. “Fue en el tiempo de Fuego en la sangre, ella no pudo venir a México por su edad y por una gira de trabajo que tenía en España. Nosotros queríamos un icono del cine internacional que fuera muy representativo para la gente grande que la conoció. Entonces tuve la oportunidad de trabajar con Silvia Pinal. Todavía guardo la esperanza de traer a Amparo Rivelles más adelante, así como hice con Alicia Rodríguez en su momento”, aseguró el productor.

Muere la actriz, nace la leyenda

La actriz Silvia Pinal nunca trabajó con Montiel, pero reconoció su trayectoria y lamentó la muerte de la otrora diva del cine.

“Fue una actriz que con entusiasmo y talento, trabajó para nuestra industria cinematográfica con gran éxito. Siempre la recordaremos al lado de Pedro Infante y por su interpretación de la película El último cuplé, misma que la internacionalizó”, expresó Pinal entristecida.

Asimismo, la dirigente de la ANDA hizo extensivas sus condolencias a nombre de ella y de la Asociación Nacional de Actores a la familia de Sara Montiel, a quien envió su más sincero pésame. “Descanse en paz nuestra compañera y amiga, con quien no tuve el placer de trabajar en alguna cinta», comentó la actriz.

Ana Martin en sus recuerdos evoca a Sara Montiel como una vanguardista en tiempos de mucho recato.

“Creo que esa señora inventó algo impresionante porque era la época en que la sexualidad estaba totalmente prohibida en España. De qué manera maneja el ‘Fumando espero al hombre que yo quiero’, para ese entonces ella utilizó provocativamente sus labios”, asegura Ana Martin y determina en dónde radica su atractivo.

“Sus labios eran la sensualidad de Sara Montiel, aparte de ser una mujer bellísima, no tuvo que hacer escenas fuertes ni de besos apasionados. Fue la primer mujer española que trabajó en Estados Unidos. Es una gran pérdida y nos deja un gran vacío, ella llegó a una edad en la que todos nos vamos a ir”, reflexionó Ana Martin.

[El Universal]