Después de interpretarlo por 58 años, Xavier López sabe que el momento de despedirse de los escenarios está cada día más cerca 

ChabeloCon nostalgia, lágrimas censuradas que luchaban por brotar y voz entrecortada, Xavier López abrió su corazón para hablar de la forma en que se prepara para el momento en que tenga que guardar a Chabelo, aquel niño de 13 años, pero que nació hace 58.

En sus oficinas ubicadas en el sur de la Ciudad de México, compartió recuerdos, anécdotas y sentimientos de Chabelo y de la despedida que asegura está próxima a llegar y que espera hacerla con toda la dignidad que lo ha acompañado a través de varias generaciones de niños por 45 años que está cumpliendo con “En familia con Chabelo”.

“Es un proceso que estoy haciendo de un tiempo a la fecha, ahora me convenzo más de que no voy a durar toda la vida y que tengo que poner mucha atención para que mi hipersensibilidad me advierta que está sucediendo un cambio.

“Lo más sano es dejar que las cosas vayan sucediendo y estar consciente de que llega el adiós”, dijo, mientras trató de esconder las lágrimas en sus ojos.

‘No será fácil el adiós’

Ese niñote que durante casi seis décadas nos ha hecho reír al igual que cada domingo a las siete de la mañana a lo largo de 45 años con su programa “En familia con Chabelo” sólo tiene una gran preocupación y es el no darse cuenta de que ya no cumpla con su cometido: Entretener.

“Le pido a Dios que me de la sensibilidad suficiente para entender en qué momento el público mexicano ya no me quiere ver y espero que me dé la fortaleza porque no va a ser fácil. Pero ahora sí tengo la conciencia de que no soy eterno y que no duraré todo el tiempo que yo decida porque la naturaleza y el público me pondrán la raya hasta dónde debo llegar”, comentó con la voz entrecortada.

“Estoy muy consciente de que no soy eterno y que no voy a durar toda la vida, en algún momento se terminará. Sin embargo quiero que el fin llegue de una manera muy natural, tal como surgió y ha estado vigente durante tanto tiempo”, ahondó.

Y aunque durante todo este tiempo ha contado con el cariño del público y los niños se arremolinan en torno suyo, aseguró que en ningún momento ha sentido que es un ídolo de multitudes.

“Todo es tan efímero y volátil, que lo único que tengo es agradecimiento para el público.

“Es un honor que me haya permitido hacer a Chabelo durante toda mi vida, porque es lo que me gusta”, expresó.

44 años en familia

Entre los logros que Chabelo tiene están diversos programas de televisión como “En familia con Chabelo” (desde 1968), “La criada bien criada” (1970), “La carabina de Ambrosio” (1978), hasta “Los simuladores” que hizo en 2009 y en el que curiosamente la estrella fue Xavier López; tres telenovelas, todas con mucha fantasía y dos de ellas de época navideña; además de 31 películas, lo que le ha traído infinidad de reconocimientos.

Destacan los récords Guinnes que obtuvo en diciembre de 2012, en esa ocasión por los 44 años del programa dominical y por 57 años de interpretar al amigo de todos los niños.

Sin embargo, la historia de Chabelo es tan simple como peculiar y según Xavier López la magia está en el nombre que ni siquiera él le escogió.

“Salió de un libro de chistes y Ramíro Gamboa (El tío Gamboín) Q.E.P.D., decidió que hiciéramos uno de esos chistes en el que participaban un papá y su hijo que se llamaba Chabelo, como pudo ser Pedro o Juan. Dos días después me pidieron que volviera a salir como niño y así fue rodando la pelotita hasta la fecha”, recordó entre sonrisas.

Chabelo y él son uno mismo

“Nunca pasé por mi mente que estaría casi 60 años después platicando esta anécdota”, aseguró mientras se ocupaba de revisar su computadora en la que guarda fotografías en blanco y negro de aquella época y que con orgullo muestra a cada momento, intercalando sus recuerdos con la realidad.

Xavier López, quien abandonó la carrera de medicina por su pasión por los escenarios aseguró que Chabelo no es el resultado de sus estudios de actuación.

“La realidad es que Chabelo forma parte de mí porque no me voy a las técnicas que estudié para darle vida, nace de mí, se ha dado muy natural.

“Por supuesto que sí hay un cambio de personalidad e incluso he llegado a sentir que viven dos personas en un mismo cuerpo, pero cada uno tiene su propia manera de ser y de pensar y eso involucra hasta la voz”, aseguró.

“No hay ningún proceso que vaya más allá de decir: ‘En este momento soy Xavier y en este Chabelo’, se ha convertido en algo cada vez más natural”, ahondó.

En la creación de Chabelo, la voz juega un papel importante y, aunque parezca increíble, el actor no ha tenido ningún cuidado especial en este rubro y más aún no ha tenido problema alguno derivado de hacer voz de niño durante 58 años de su vida.

“Es una de las cosas que Dios y la vida me han dado sin cobrarme ningún precio. Hasta los otorrinolaringólogos me han invitado a dar conferencias, porque por regla o lógica yo debería estar afónico o con nódulos en las cuerdas vocales y han pasado casi 60 años y no tengo ninguna dificultad para hablar normalmente, ni como Chabelo, ni como Xavier”, dijo orgulloso.

Gran responsabilidad

Tener 58 años de conquistar al público no es fácil, sin embargo, es difícil y Xavier López Rodríguez tiene su secreto: Hacer cada programa como si fuera el primero y poner mucha atención a un hecho contundente.

“Todo tiene un tiempo y siempre he creído que la única manera de mantener la audiencia que me sigue es hacer las cosas con amor y con mucho respeto.

“Calculo que entro a las casas de las personas sin tocar la puerta y cada familia me merece mucha consideración. Esa facilidad no la tomo para decir cosas que no me parezcan correctas, más si estoy representando a un niño, así que procuro proyectar la sencillez de la etapa más clara del ser humano”, explicó.

“Es maravilloso cuando en el programa baja un niño del público para concursar y se pone a hablar conmigo. Me doy cuenta que empieza a platicar con un niño grandote. No tengo cómo pagarle a Dios, a la vida, el poder provocar esa felicidad de un niño así, sincero y sin engaños.

“Yo estoy haciendo a mi personaje que es igual que él y con esa imaginación del pequeño se entrega a mí. Es tremendamente hermoso, inexplicable y me llega hasta el corazón, es algo que jamás, que nunca olvidaré”, aseguró con un nudo en la garganta.

[Vanguardia]