Black Sabbath y el regreso de Ozzy

Luego de 35 años sin grabar temas inéditos con la banda, el emblemático vocalista regresa para una nueva producción de estudio

Black Sabbath Cuando le pusieron nombre al disco “Never Say Die!” (“nunca digas muere”), estrenado en 1978, los integrantes de Black Sabbath probablemente no estaban pensando en la alineación original, pues desde entonces se fragmentarían, comenzando con la partida de su indistinguible voz, el cantante Ozzy Osbourne, que pasó a realizar una carrera como solista, dejando a los músicos en busca de una nueva voz, la cual cambiaron en numerosas ocasiones a lo largo de las décadas posteriores.

Por el micrófono principal de la banda pasaron Ronnie James Dio, Ian Gillan, Glenn Hughes y Tony Martin, haciendo de una reunión con Ozzy algo cada vez más lejano, mientras el intérprete de “Iron Man” y “Paranoid”, lanzaba discos como “Blizzard of Ozz” (1980), “Bark At the Moon” (1983) y “Ozzmosis” (1995), entre otros. El día de hoy, los integrantes originales de Black Sabbath estrenan el primer disco inédito de la agrupación en 18 años, “13”, el primero con Ozzy Osbourne en la voz en más de tres décadas. Sin embargo, a pesar de la larga espera, el regreso de Osbourne se había estado planeando por años, sorteando toda clase de obstáculos para concretarlo.

Desde el 2001, la alineación original integrada por el guitarrista Tony Iommi, el bajista Geezer Butler, baterista Bill Ward, y Osbourne, se reunieron con el productor Rick Rubin para planear su regreso al estudio de grabación. Sin embargo, los retrasos debido al lanzamiento del disco “Down to Earth” de Ozzy, el cual se encontraba terminando, finalmente dejaron la reunión de lado, con Butler lanzando un proyecto alterno llamado GZR, además de la creación de la banda Heaven & Hell.

Los caminos, sin embargo, volverían a reunirse y en noviembre del 2011 los integrantes anunciaron que retomarían sus planes por lanzar un nuevo álbum, así como una gira en 2012. Sin embargo, los planes no fueron como los pensaban, pues en enero del 2012 Tony Iommi fue diagnosticado con linfoma, lo que puso en peligro el proceso de grabación. “Él dice ‘me siento un poco cansado’. Yo digo, ‘¿un poco cansado?’ Maldita sea. Él es mi héroe. Si a mí me diagnosticaran eso, les diría, ‘pueden besarme el culo en despedida. Me voy a curar para mejorarme’”, declaró Osbourne a Guitar World, sobre la condición de su compañero ahora que el álbum ha sido terminado.

Por otro lado, el baterista Bill Ward no estaba del todo contento con volver al estudio, pues a pesar de ayudar con sus compañeros a componer el disco, no quiso participar en la grabación, pues no aceptó los acuerdos económicos ni de contrato. “Nos hubiera encantado tener a Bill en el disco. Pero de pronto algo sucedió. Me fui a Hawái cuando Tony empezó su tratamiento, y cuando regresé Bill ya no era parte de la banda”, plaitcó Geezer Butler a Guitar World. Sin embargo, esto tampoco sería un obstáculo y con ayuda del baterista Brad Wilk de Rage Against the Machine, lograron terminar el disco y los ocho temas inéditos que lo componen.

El álbum lanzó como primer sencillo el tema “God Is Dead?” y se pudo escuchar completo de forma gratuita en iTunes, además de ser lanzado con una edición de tres temas adicionales: “Methademic”, “Peace of Mind” y “Pariah”. “Este es un millón de veces mejor que el último álbum”, aseguró Butler a Guitar World al referirse al disco “Never Say Die!”, a lo que Osbourne agrega: “‘Never Say Die!’ debió llamarse, ‘¡Deberíamos Estar Muertos!’”

[Vanguardia]