La música electrónica e Inna contagian al Auditorio Nacional

INNALa música electrónica e Inna fueron el imán para los 10 mil fanáticos que mostraron el increíble poder de convocatoria que tiene la europea, al congregarse a las afueras del Auditorio Nacional donde ofreció un concierto la tarde del domingo.

Al interior del foro el reloj marcaba las 18 horas, cuando una atractiva y grácil figura apareció ataviada con una falda con vuelos rojos y calzado negro que hacía juego con su top. Su pelo lo llevaba recogido a la usanza de las colegialas de 1960. Comenzó cantando el primer tema Be my lover, mismo que se desprende de su nuevo disco titulado: Party Never Ends. Su gira actual es homónima.

El ritmo repetitivo y los bajos profundos de la cadenciosa música provocaban que el recinto se cimbrara ante tanta explosión de energía. Es un hecho que Inna entrega lo que la audiencia juvenil le demanda. En un cada vez más estudiado y afinado español, la cantante rumana exhibe frases que conoce perfectamente y entiende por su significado.

En las palabras “chiquita”, “caliente” y “mexicana”, Inna intuye que “enciende” a quienes las escuchan. Agradeció estar por segunda vez en México después de cantar Sun is up, uno de sus temas más celebrados y coreados de la tarde.

Otras de las canciones más populares de su repertorio fueron Déja vu, Club Rocker, In your eyes, y Take me down to México, que se llevó el aplauso de las 20 mil palmas porque sus fanáticos saben que fue una promesa cumplida.

La fiesta siguió con Amazing y Dame tu amor, (un tema que Inna canta con Reik), pero el cual interpretó a solas en ausencia del grupo de Mexicali, Baja California.

Siguieron Shining star, Party never ends, Wow, y tras una breve pausa donde la música seguía sonando, apareció Inna portando un vestido blanco corto, mismo que destacaba sus atléticas piernas. Procedió entonces a entonar More than friends, Un momento, Inndia y Hot.

Cuando los controles de volumen retornaron a cero y se apagaron las luces del escenario, eran las 19:35 horas, tiempo en que todos se retiraron porque la fiesta llegó a su término.

[El Universal]