La obra The Jöker Jack imagina una confrontación entre Ledger, Jack Nicholson y Harley Quinn

The JökerEnigmático, cambiante y hasta cierto punto cruel, El Joker es uno de los personajes que han trastocado la realidad de aquellos que prestan su físico para darles vida. Así lo plantea el dramaturgo Javier Márquez en su obra The Jöker Jack. La última carcajada de Heath Leadger.

En esta puesta en escena, que se presentará a partir del 30 de agosto en el Foro La Gruta, Márquez reúne a Leadger (quien encarnó al personaje en cine meses antes de morir) con Jack Nicholson, Harley Quinn (ambos intérpretes de El Guasón) y Michelle Williams (quien fue pareja de Ledger).

“Es una confrontación en el delirio de Ledger, entre la sobremedicación y la fatiga crónica que ya padecía. El Joker de Nicholson lo visita. Es como una forma que usa El Joker para cambiar de cuerpo, migrar a uno más joven porque el pesado y decadente de Nicholson ya no le funciona”, explicó Javier Márquez.

El también director señaló que no quería quedarse en la superficie de este personaje, sino ahondar más en la figura de El Joker como parte de la mitología contemporánea, sobre todo después de la matanza en un cine de Aurora, Colorado, en el estreno de The Dark Knight Rises, y que fue perpretada por un joven disfrazado como El Guasón.

“Empecé a enfatizar ese aspecto de El Joker como un personaje que nos está hablando de nuestra genética y constitución sicológica, más que como sólo un personaje acartonado de cómic”.

Márquez aclaró que su intención no es realizar una imitación de Ledger o Nicholson, por lo que sus actores Rafael Pimentel y Óscar Serrano tuvieron la libertad de dar forma a su Joker.

Por mucho maquillaje que me ponga e intente caminar como él, va haber algo diferente, esa es la diferencia en cada actor; de alguna manera eres tú”, dijo Óscar Serrano quien da vida a Heath Leadger.

“No se trata de hacer una imitación, porque a fin de cuentas todo actor hace una propuesta. Esos personajes aunque parezcan muy difíciles, no lo son; son dos locos, entonces te puedes permitir muchas cosas, nos damos la libertad conductual al servicio del personaje”, expresó Pimentel.

[El Universal]