El esperado nuevo disco de la intérprete  llega al mercado, esperando equiparar el éxito con el de su anterior producción ‘Teenage Dream’

Sé exactamente cuál será el disco que quiero hacer después. Conozco el arte, el color y el tono, pero no estoy todavía en el estudio”, expresó Katy Perry en 2012 a Billboard, hablando de la inexistente continuación de su exitoso “Teenage Dream” del 2010. Aparentemente desde entonces Perry ya estaba preparando lo que hoy se conoce como “Prism”, su cuarto álbum de estudio, sin embargo, como se daría cuenta después, era un tanto precipitado anunciar que ya lo tenía todo listo, pues al final el álbum resultó ser algo diferente.

En el 2012, Perry tenía claras dos cosas: no quería hacer una copia de “Teenage Dream” y sería un álbum más oscuro, como admitió en algunas entrevistas. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, se retractó con MTV del tono general que quería imprimir a su disco. “En realidad no hay ninguna oscuridad en el disco. Definitivamente hay algunas texturas y colores, pero creo que cuando dije aquello estaba pasando por una etapa diferente, pero en verdad dejé entrar la luz”, platicó Perry al canal de televisión.

“La razón por la que llamé a este disco ‘Prism’ (prisma) es porque dejé entrar la luz y entonces fui capaz de crear todas estas canciones que fueron inspiradas en dejar que entrar la luz y haciendo un poco de auto reflexión y simplemente trabajando en mí misma”, añadió la intérprete en entrevista con MTV. Así Perry co-escribió todos los 13 temas que componen esta nueva producción, comenzando desde grabar borradores en su iPhone durante su gira del “Teenage Dream”, hasta que se contactó con colaboradores habituales, así como otros nuevos que la ayudaron a armar su tan preciado “prisma”.

“Hice un viaje a África para poner mis prioridades en perspectiva y comencé a trabajar más en mí misma”, explicó la intérprete a Billboard, sobre el proceso antes de entrar al estudio. Junto con el productor Lukasz “Dr. Luke” Gottwald, estuvo un mes trabajando en Santa Bárbara California, donde además participaron sus colaboradores en el ámbito de la composición, Bonnie McKee y Henry Walter, todos ellos quienes ya habían trabajado con Perry en sus anteriores producciones.

Para terminar, la cantante dio los últimos toques en Estocolmo, con el productor escandinavo Max Martin (con quien también ya había trabajado) y así la producción terminó, aunque con un difícil antecedente que superar. Su “Teenage Dream” ha vendido cerca de 2.8 millones de copias alrededor del mundo, además de hacer de Perry la primera mujer (y la segunda celebridad después de Michael Jackson), que en 55 años del Billboard Hot 100, ha posicionado cinco canciones de un solo disco en el número uno.

Por lo pronto, el primer sencillo, “Roar”, ya se posicionó en su respectivo número uno, siendo uno de los más vendidos en diferentes países, un buen primer paso para el esperado álbum, del que se incluyen otras dos versiones de este tema en la edición especial. Ahora quepor fin llega al mercado, Perry ha resaltado su entusiasmo por dar a conocer estos nuevos temas con sus fanáticos: “Siento que ahora puedo mostrar estos temas y compartir estas canciones con la audiencia y es casi como si pudiera disparar desde mi interior los colores que he experimentado”.

[Vanguardia]