Mientras Shailene Woodley experimenta una gran admiración por Jennifer Lawrence, insiste en que no quiere ser comparada con ella

Shailene Woodley y Jennifer Lawrence.

¿Cómo el mundo va a avanzar si siempre estamos comparándonos con otros? Admiro a Jennifer Lawrence, pero a todos les encanta compararme con ella”, dice en la última edición de la revista New York, donde aparece en portada junto a su mejor amiga Brie Larson.

“¿Será porque ambas tenemos el cabello corto y una vagina? Nos veo como personas distintas y eso es importante. Como mujeres, nuestras inseguridades están basadas en estas comparaciones y esto genera estrés?

Woodley sí admite que ella ve muchas similitudes entre ambas. “Sí creo que tenemos cosas en común. Ambas creemos en divertirnos y decir la verdad. No somos chicas de moda, pero jugamos el juego. Y a ambas nos importa mucho ser actrices”.

Shailene siempre se asegura de ser auténtica, incluso si eso significa desnudarse ante la cámara.

“Fue muy divertido”, dice sorbe la escena de sexo de su próxima película White Bird in Blizzard. “Todos estaban frekeados porque estoy desnuda pero en la vida real cuando tengo sexo, estoy desnuda. No tengo sostén ni mis panties. Así que hagamos una película real. Llevemos la verdad a la escena. No quiero ser explotada, pero esta chica, al igual que muchas niñas cuando tienen sexo por primera vez, no sabe lo que hace. Quería que su primer beso fuera desastroso. Cuando eres joven, crees que sabes lo que haces, pero en verdad no lo sabes”.

La estrella de The Descendants también habló brevemente sobre su rol en The Faul in Our Stars, donde interpreta a una paciente de cáncer de 16 años.

Shailene Woodley y Jennifer Lawrence son protagonistas de filmes donde interpretan a una heroína.

“En Faul intento reescribir cómo un rol principal puede parecer, nunca has visto una mujer en un poster de película con una canula en su naríz”, dijo.

Y pese su actual estatus como una de las chicas principales de Hollywood, Shailene ha mantenido su sentido de ser ella misma con la ayuda de su gran amiga, Brie.

“Estaba en constante diálogo, primero hablamos de cosas que queremos hacer y no hacemos. Luego acordamos que nuestro gran asunto era escoger películas que son honestas. Nos dimos cuenta de que nuestras selecciones hacen a la gente decir que somos raras. Pero en vez de estar avergonzadas por eso, lo abrazamos. Brie y yo decidimos que preferimos ser raras que cualquier otra cosa”.

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