Después de una suspensión de cinco partidos, el árbitro Marco Rodríguez vuelve el domingo a las canchas; ex silbantes le piden que sea más humilde

Los defensas tiemblan; los técnicos enmudecen, los directivos piden que no les toque y Horacio Cervantes, ni a la banca sale.

Chiquimarco está de  vuelta, ha renacido de las entrañas más oscuras de la Comisión de Arbitraje y después de sus cinco fechas de “castigo”, Marco Antonio Rodríguez, el árbitro más polémico de los últimos 15 años en el futbol mexicano (desde el retiro de Bonifacio Núñez), busca venganza en su juego de vuelta, el Pumas-Puebla, el domingo en CU.

"Chiquimarco"

Se espera que después de los cinco juegos, Marco vuelva a ser lo que era: el mejor árbitro de México, lo que hoy, según los expertos, no es.

“Marco puede volver a ser el mejor, si se pone a arbitrar y deja de hacer ‘mamucadas’”, opina Gilberto Alcalá. En el terreno de juego, “Marco se transforma, parece que le hace un favor al futbol, al salir a arbitrar”, agrega el ex árbitro de Cuernavaca.

Hace mucho, Rodríguez dejó de ser un referente, opina Eduardo Brizio: “Ya no es el árbitro confiable de antes. Ahora, cada vez que pita, todo el mundo está con el Jesús en la boca, porque puede trabajar como el mejor del mundo o echar a perder un juego”.

Cuando alguien es considerado como el mejor árbitro, “los equipos se pelean porque les pite, hasta intentan apartarte, pero ahora, 80% de los clubes mexicanos no quieren que les pite Marco”, menciona Arturo Brizio. En este momento, afirma el otrora árbitro mundialista, “los equipos le tienen miedo, porque no saben de qué humor va a amanecer”.

Los tres ex silbantes coinciden en que “se puede rescatar a Marco”, siempre y cuando tenga humildad.

“Mamucadas”

“Marco no puede seguir con niñerías. Debe dejar de hacer ‘mamucadas’. Ha bajado su calidad, ya no es el mejor, ese lugar lo tienen Roberto García o Francisco Chacón”, afirma Alcalá, quien dice fuera de la cancha, “[Marco] es un tipazo, pero en el terreno de juego se transforma. Le he visto partidos no malos, sino garrafales”.
Protagonista

“Ojalá —dice Eduardo Brizio— este castigo le haya servido para reflexionar. Esperemos que vuelva el buen Marco, no el protagonista”.

El problema, asegura “es que Marco siente que no hay nadie que le haga sombra. Aunque no lo externe, piensa que es indispensable. Está a tiempo de rescatarse a sí mismo”.
No es confiable

Arturo Brizio, dos veces mundialista es claro: “Marco ha dejado de ser confiable. Si le bajara unas rayitas se convertiría en el mejor árbitro del país, lo que ya no es”. Hoy, “los árbitros confiables son Chacón, García y Mauricio] Morales”.

—¿Hay quién puede encauzar a Rodríguez de nueva cuenta?

“Pues los instructores, aunque están muy por debajo del nivel de Marco, pero tiene que acatar las directrices de la Comisión. Es verdad, el árbitro más novato, el más malito, conoce más que los instructores, pero Marco debe ser institucional y humilde; no se trata de ser dejado, sólo que acepte que ha hecho mal”.

Mientras tanto, que cierren puertas y ventanas del vestidor, porque  Chiquimarco ha vuelto y su venganza será terrible. ¿Alguien tiene ajo? ¡Uy, qué ‘mello’!

[El Universal]