El pelotazo hacia atrás de Edgar Mejía que tomó en mala posición a Luis Michel, significó un tanque de oxígeno para los Estudiantes Tecos.

Un autogol de Edgar Mejía, en responsabilidad compartida con el «1» de Guadalajara, fue lo que marcó la diferencia entre Estudiantes y el «Rebaño», para darle la victoria a los de casa, y mantener viva la ilusión de permanecer en Primera División.

Con el triunfo, los emplumados se acercan a cinco puntos de distancia de los Rojinegros del Atlas, quienes ayer sumaron una unidad y con este resultado, no pueden dar por cerrada la disputa en la parte baja de la tabla porcentual.

En tanto, Guadalajara despertó cual «cenicienta» de la racha de buenos resultados a raíz del dramático triunfo sobre Santos Laguna en el Omnilife.

Una derrota que además de considerarla como el inicio de una mala racha -es la segunda derrota al hilo tras perder en Uruguay por la Copa Libertadores-, provoca el peor panorama para Chivas, de cara al Clásico Nacional ante las Águilas del América, que también perdieron esta tarde.

La parte inicial fue prometedora y cumplió con un buen espectáculo para los dos cuadros, que respondieron a la afición, que prácticamente colmó las tribunas del Estadio Tres de Marzo.

Guadalajara se hizo del dominio de la pelota en el arranque, teniendo en Giovani Casillas a un elemento clave en la generación de futbol, al ser atrevido y descarado en el momento de ir en la búsqueda del arco contrario, aunque Carlos Fierro y Alberto Medina desperdiciaron las situaciones generadas al ataque.

A los quince minutos, Chivas ya había generado dos situaciones generadas por Giovani Casillas, en combinación con Alberto Medina, que no logró definir ante el guardameta de los zapopanos, Christian Martínez, aunque Sambueza respondió, al 15′, con un disparo al poste izquierdo de Luis Michel.

Los zapopanos ganaron fortaleza pocas veces vista antes de este encuentro, dado que el técnico Héctor Hugo Eugui envió al campo a los hombres que en teoría, tienen una mayor responsabilidad en el plantel. Los extranjeros y de mayor experiencia hicieron sentir la casa por algunos momentos, en la búsqueda de otra nueva victoria en su casa.

El primer tiempo fue intenso y con ocasiones importantes para los dos cuadros, y aunque prevaleció el empate a cero goles, el desempeño mostrado por los dos cuadros prometía para que el encuentro mejorara en la parte complementaria.

Sin embargo, sólo se quedó en expectativa. El desempeño y funcionamiento de los 22 hombres decreció considerablemente, y mientras Chivas tuvo la pelota, sin saber qué hacer con ella, los zapopanos encontraron un par de oportunidades de generar opción de gol, pero con nula producción.

Ante el mal partido, solo una jugada fortuita definiría el rumbo del encuentro.

Al 84′ al tratar de mandar la pelota afuera del terreno de juego, Edgar Mejía pateó el esférico, ante un Luis Michel adelantado y afuera de su área grande, con tan mala suerte que el esférico terminó incrustándose en el arco propio, definiendo así la historia en favor de los emplumados.

Así transcurrieron los últimos minutos, con el azoro total de los rojiblancos y una euforia total de los zapopanos, que reviven en la lucha por no descender, y recibiendo un golpe anímico importantísimo en la recta final del torneo.

[MEDIOTIEMPO]