Humberto Suazo bailó entre cuatro defensas, levantó la cara y con un punterazo de zurda dejó hincado a Oswaldo Sánchez para anotar el segundo tanto de la noche.
Ésa fue toda la herencia del chileno, que con su contundencia enfiló a Monterrey al bicampeonato internacional, al poner los dos goles con que La Pandilla venció 2-0 al Santos en el Tec, en el duelo de Ida de la Final de la Concacaf Liga de Campeones.
Y si se habla de herencia, es porque Suazo brindó su última magia en el certamen, ya no podrá jugar el duelo de Vuelta la próxima semana al recibir una tarjeta amarilla y quedar suspendido por acumular dos.
El chileno fue el centro de gravedad para un Monterrey que está cerca de consumar su revancha en el Mundial de Clubes, ante unos Guerreros que dejaron en el Tec la mitad de su sueño, por no atinar a plantear un juego efectivo.
Irónicamente, Suazo jugó gratis la última media hora del partido al ser perdonado de recibir la segunda amarilla por una dura entrada sobre Oswaldo, previo a su par de genialidades.
Pero a reserva de error de Chacón, y hasta de la diferencia en el marcador, La Pandilla fue la que mostró mejores hechuras para la victoria, inobjetable en la propuesta. Sin César Delgado por suspensión, el equipo albiazul jugó a medio gas, y con una tranquilidad enérgica puso una diferencia significativa, que le da un gran panorama para el duelo definitivo en el Territorio Santos Modelo.
Ahora Monterrey será campeón ganando, empatando, o hasta perdiendo por un gol. Santos deberá vencer a los regios por dos goles para buscar el tiempo extra, y por tres para coronarse. Si Santos gana por dos goles en marcadores sucesivos al 3-1 (4-2, 5-3, etc) Rayados será quien alce la Copa por el criterio del gol visitante.
La noche fue casi perfecta para un cuadro albiazul curtido en las finales, y que exhibió la experiencia de su técnico en el banquillo. Monterrey no regaló nada en zona defensiva, y construyó sus avances sin descuidarse atrás, sabiendo que un gol visitante pudo cambiarlo todo.
Santos, en contraparte, no definió nunca bien su estrategia, si salir a cuidarse o buscar el tanto de la visita, y pagó caro el precio de navegar improvisando en el Tec. Al igual que Rayados con Suazo, los Guerreros perdieron para la Vuelta a Baloy y Mares, ambos por tarjeta amarilla.
La contienda fue de pocas emociones en la primera mitad, siendo Darwin Quintero el más peligroso al buscar el frente, ante la baja de Oribe Peralta por suspensión.
Pero en el complemento Suazo se repuso del golpe anímico que significó su amonestación, y al minuto 60’ aprovechó un desborde de De Nigris por la derecha para empalmar un zapatazo desde los linderos del área, imposible para Oswaldo Sánchez, que volvió a ser cliente del andino.
Una jugada antes, Hérculez Gómez falló la más clara para su causa, cuando dejó su cabezazo lejos de la meta tras un desborde de Quintero.
Vucetich había modificado con el delantero Darío Carreño quitando de la contención a Jesús Zavala, en un claro mensaje de quién buscaba llevarse la victoria.
Y fue así que tras ponerle hielo a la ventaja, Suazo apareció al 86 en una nueva maniobra digna de Videojuego. El chileno recibió en tres cuartos de cancha, sacó a Estrada y Crosas, recortó a Baloy, encaró a Galindo y cuando parecía caerse sacó un zurdazo rasante que fue al centro del marco, pero que venció por velocidad a un aterrado Oswaldo Sánchez, quien terminó de rodillas mientras el Tec se caía en el festejo.
El árbitro silbó el final a los tres del alargue, y ahora todo queda listo para el duelo de Vuelta, donde Monterrey puede tomar otro boleto a Japón, pero donde Santos deberá salir con todo en busca de revertir la historia.
[MEDIOTIEMPO]
