Ni liga ni Champions

No hubo Liga, tampoco Champions y quién sabe si un futuro igual de excelso para este Barcelona, que nuevamente fue superior pero no marcó los goles decisivos.

El reinado culé terminó en su segundo frente primordial porque tras dejar ir la Liga el fin de semana frente al Real Madrid, hoy el torneo continental igual se les escapó de las manos con el empate 2-2 en la vuelta de Semifinales frente a un Chelsea dramático, suertudo y heroico por su forma de resistir los embates o salvarse de los goles cantados del Barça, que fueron varios.

La ligera diferencia del 3-2 en el global a favor de los ingleses tomó dimensiones gigantescas con el penal fallado por Lionel Messi en el segundo tiempo, cuando los culés sólo requerían de un tanto para avanzar a la Final y enfrentar al vencedor del duelo de mañana entre el Madrid y el Bayern Munich.

Lo cierto es que esa no fue la única ocasión en que el argentino estuvo lejos de ser el de siempre porque quien fuera infalible en los momentos importantes hoy falló precisamente durante ellos.

La primera ocasión clara del partido fue para él, pero al encarar a Petr Cech remató por fuera de las redes, además de que al minuto 19 el arquero checo también le desvió un remate en mano a mano.

Antes de esta última jugada hubo una interrupción por un tremendo caderazo que el portero Víctor Valdés le dio a su compañero Gerard Piqué, quien lució conmocionado y fue al hospital después de permanecer por casi 10 minutos más en la cancha, donde una descolgada de Didier Drogba lo evidenció disminuido.

Al 35’, Sergio Busquets le daba el pase al Barça con el 1-0, para el cual sólo empujó un gran pase de Isaac Cuenca, no por la complicación sino por la gran visión que tuvo para encontrar al mediocampista dentro del área.

Sin embargo, un minuto más tarde John Terry echaba a perder el partido y se llevaba entre las piernas a todo el Chelsea por el infantil rodillazo, discreto según él, que le dio a Alexis Sánchez, el cual fue avisado por el asistente al silbante, quien mostró la roja.

Esa expulsión y el gol de Andrés Iniesta al 43’, quien definió tras pase de Messi y ante la salida de Cesc, significaban una loza para el cuadro inglés, que resurgió de las cenizas en el límite del primer tiempo con el golazo de Ramires, el zaguero que falló en la marca del 2-0 pero que tras un pase magistral de Frank Lampard puso el 2-1 con una hermosa «vaselina».

Muy temprano en el segundo tiempo, al 48’, Messi estrelló, quizás con justicia divina, el penal al travesaño después de una falta dudosa de Drogba sobre Cesc.

Un cabezazo de Alexis apenas desviado al 54′, un remate de Cuenca que atajó Cech a quemarropa al 61’, el gol de Alexis anulado al Barça por un fuera de lugar previo de Alves al 81’ y un nuevo poste de Messi al 82’ confirmaban que el balón no entraría nunca.

En cambio, una descolgada de Fernando Torres ya en la compensación, cuando corrió a campo abierto media cancha sólo con Valdés como obstáculo, terminó en el segundo tanto del Chelsea, que así mataba al Barcelona, al que sólo le queda pelear por la Final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao y quizás resignarse a que su formidable historia llegó a un punto culminante.

[MEDIOTIEMPO]