Al final, se fue abrazado por Tomás Boy. El «Jefe» le dio a Omar Bravo el aval como referente del Atlas, mientras el delantero correspondía con una sonrisa por haber hecho el gol del empate ante los Pumas.

Pero el delantero rojinegro no quiere los reflectores encima, ni considerarse un héroe. Quiere el éxito colectivo que significa salvarse, en vez de presumir que fue el gestor de una igualada que mantienen en la pelea por la permanencia a su nuevo equipo.

«Estoy contento del punto. Venir aquí a CU y sacar un punto no es fácil, más cuando hay jugadores nuevos, es la primera jornada y creo que la actitud del segundo tiempo y lapso que se tuvo la pelota se pudo finiquitar», describe.

Si la tribuna lo apoya o no, es lo de menos, lo que le importa es que los Zorros sigan en la Primera División.

«Opiniones siempre va a haber, yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo. No quiero que me apoyen a mí, que apoyen al equipo. Es lo que se necesita ahora, va a ser muy peleado con Querétaro», explica el mochiteco.

Para Bravo, el torneo aún es joven para Bravo, pero quiere que la unidad conseguida en el Olímpico Universitario valga la pena para el final del torneo y que sean los Gallos Blancos o cualquier otro el equipo que se vaya a la Liga de Ascenso.

«Así [de peleada] va a ser la situación durante el torneo, nosotros no tenemos que ceder nada, ahora lo más importante es hacerlo valer con tres en casa el siguiente sábado y así será cada semana», augura.

[Central Deportiva]