En el juicio por haber mentido a la policía, fue sentenciada a realizar servicio comunitario

Lindsay Lohan lo hizo de nuevo, evitó la cárcel. En lugar, el juez James Dabney, le ordenó internarse por 90 días en un centro de rehabilitación, realizar 30 días de servicio comunitario y completar 18 meses de psicoterapia.

Todo por el caso que se le persigue, desde junio pasado, cuando la actriz chocó su Porsche, en una carretera de Santa Mónica, contra un camión.

Ella alegó que no iba manejando, sino un amigo, pero la policía no le creyó y ahora su caso está en la corte.

Ayer Lindsay acudió a la corte para una audiencia más y decidir si el caso se iba a juicio o no.

La actriz llegó 48 minutos tarde, ya que tomó un avión privado de Nueva York a Los Ángeles en el último momento, y lo hizo acompañada de su nuevo abogado, Mark Heller.

Ahí, Lindsay aceptó llegar a un acuerdo con la fiscalía para evitar la cárcel. Adentro de la corte, la actriz se mantuvo atenta a lo que le decía el juez y en ocasiones peleó con su propio abogado.

“Ya no digas más”, Lindsay le secreteaba a su abogado cuando éste interrumpia al juez.

“¡Oh, Dios mío! Te voy a matar”, le decía una vez más la actriz cuando Heller seguía discutiendo.

Con este acuerdo con la fiscalía, Lindsay también evitó la cárcel por haber violado sus términos de libertad condicional por otro caso que se le persigue, el robo de una joya en una tienda de la ciudad.

El juez le permitió a Lindsay completar sus 90 días de rehabilitación en Nueva York, donde actualmente reside y le pidió alejarse del alcohol y cualquier tipo de drogas, ya que será sometida a revisions continuas.

Casi no llega

Lindsay planeaba tomar un vuelo de NY a Los Ángeles desde el sábado, pero luego decidió quedarse un día más para asistir a un concierto. El el domingo por la noche que llegó al aeropuerto y estando ya en el avión, se bajó súbitamente ya que dijo pensaba que el avión no estaba en buenas condiciones.

[El Universal]