El tenista suizo quiere reverdecer laureles para retornar a la cima de la ATP; el físico, considera Roger, no es factor para conseguirlo a sus 32 años

RogerFederer, a sus casi 32 años, ocupa el tercer puesto de la lista de la ATP y mantiene la ambición de recuperar el número uno que lució durante 302 semanas, sumando puntos en Roland Garros.

«No digo que vaya a volver a ser número uno de repente, pero no escondo que es mi ambición», confesó el oriundo Basilea para el «L’Équipe».

Federer llega a París con pocos partidos en las piernas y ningún título actual, algo que no le preocupa porque forma parte de su programa de preparación.

«En general, no necesito demasiado tiempo para que mi juego vuelva a su lugar y regresen los automatismos», comentó el tenista.

El año pasado ganó en Wimbledon, con lo que acumula diecisiete títulos de Grand Slam. Además, conquistó los Masters 1000 de Indian Wells, Madrid y Cincinnati, así como varios torneos de menor categoría y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres.

«Lo que puede marcar la diferencia entre un jugador mayor y uno más joven a menudo es la motivación», ya que según se van acumulando los años van apareciendo nuevas distracciones que desestabilizan a los deportistas, explicó Federer. «Sinceramente estoy satisfecho con el nivel de tenis que tengo a mi edad. Me parece que está muy bien».

Además, descartó que el estado físico sea diferencia en un quito set contra el español Rafael Nadal, de 26 años y número cuatro del mundo, o contra el serbio Novak Djokovic, un año menor y número uno del mundo.

«Diría que actualmente estoy muy fuerte, si no en el pico de mi carrera. Mi cuerpo se ha acostumbrado a producir el esfuerzo exigido, lo que hace las cosas mucho más fáciles de lo que lo eran al principio», resumió Federer antes de intentar en París la conquista de su decimonoveno grande.

[La Afición]