Drew Brees le recordó a la audiencia de televisión en Estados Unidos por qué se está convirtiendo en «Mr. Monday Night» y dio a los Dolphins de Miami otra razón para lamentar el no haberlo contratado hace siete años, cuando tuvieron la oportunidad.
Brees lanzó pases para 413 yardas y cuatro touchdowns, en un juego de invictos que se desbalanceó a favor de los Saints, quienes se impusieron 38-17 a los Dolphins en el juego de lunes por la noche.
«Creo que ya encontramos nuestro ritmo», dijo Brees. «Cada vez que tocábamos el balón sentía que podíamos anotar».
Dos de los tres touchdowns de Brees cayeron en pases al ala cerrada Jimmy Graham, de 27 y 43 yardas; el jugador logró al menos 100 yardas por tercer juego consecutivo.
Los otros pases de anotación fueron a Benjamin Watson y Darren Sproles, quien además corrió para otro touchdown.
Una carrera de 5 yardas de Sproles en la primera serie de los Saints le dio una ventaja que no perderían durante todo el juego en camino hacia su primer arranque de cuatro ganados y cero perdidos desde la temporada de 2009, en la que llegaron al Super Bowl y ganaron. La campaña pasada los Saints iniciaron con cuatro derrotas.
Ryan Tannehill lanzó pases para 249 yardas y un touchdown para Charles Clay, pero sus cuatro entregas de balón —un balón suelto y tres intercepciones— afectaron mucho a Miami.
Los Saints han ganado sus últimos nueve partidos de lunes por la noche, todos con Brees como mariscal de campo, en muchos de ellos ha dado algunas de sus mejores actuaciones.
[Medio Tiempo]
