Gudiño se viste de héroe

El «Pulpo» preparó sus guantes y cuando el brasileño Mosquito acomodaba el balón, se remontó a sus primeros años, cuando en una cancha de tierra, al lado de su primaria, en su natal Guadalajara, ensuciaba el uniforme de la escuela, para sorpresa y enojo de sus padres.

“Mis papás vieron que me gustaba el futbol, y como siempre andaba por la casa con la pelota, decidieron inscribirme en una escuela, dizque para que me distrajera, pero la verdad era para que dejara de hacer travesuras”, recordó Raúl Manolo Gudiño Vega, el héroe del juego ante Brasil, al atajar el penalti decisivo de la larga serie, la más larga en la historia de las selecciones nacionales y también anotar en la misma.

DISTRITO FEDERAL, MEXICO - SEPTIEMBRE 25: Raul Gudino durante la zona mixta con jugadores de la Seleccion Nacional Sub 17, en el Centro de Alto rendimiento de la FEMEXFUT, el 25 de septiembre de 2013 en el Distrito Federal, Mexico. (Foto: Hugo Avila/JAM MEDIA)

Mirada retadora

Mosquito, el brasileño, tomó distancia y retó al portero mexicano.

Y ahí Gudiño, rememoró: “En la escuelita de futbol me comenzó a ir bien y empecé a ir a los juegos de los domingos. Mis papás no podían llevarme a las prácticas, pero mis entrenadores estaban muy interesados en que jugara y pasaban por mí. Eso se le hizo raro a mi papá, así que decidió llevarme un día y ahí se dio cuenta, pues que… sí la hacía”.

“No te muevas de la línea”

El árbitro noruego Svein Oddvar Moen se acerca a Raúl y le pide que no se mueva de la línea. Otra oportunidad más para retroceder en el tiempo: “Chivas me vio en un torneo del barrio y de ahí me tomó. Cuando llegué a entrenar a Verde Valle fue cuando me di cuenta de que esto era lo mío, que en verdad quería ser profesional”.

¿Todos listos?

El silbante se aleja. Con un gesto le pregunta al tirador y al portero si están listos… El momento llegó.

“Todo te pasa por la mente. Los duros entrenamientos, los partidos de preparación, cuando se dio la lista para el Mundial y hasta cuando llegamos a Emiratos y vi el desierto y los grandes estadios. Ahí dije: ‘soy mundialista’” y así se motivaba.

Antes, Raúl Gudiño tuvo que dejar de actuar con las manos, y hacerlo con los pies. No había más tiradores, así que tuvo que tomar el balón y dejar de ser víctima como siempre, para ser victimario.

Apenas tres pasos dio, y mandó el balón al fondo de las redes para que el empate en la larga serie continuara. No estaba nervioso, dijo: “Un portero debe de tener mucho carácter siempre, y además ser diferente a todos los demás, porque de entrada te vistes de forma distinta a todos los demás jugadores. Siempre trato de apoyar a mis compañeros y ellos me apoyaron a mí en ese momento, así lo sentí en todo momento”, dice con emoción.

Se aproximaba la hora cero. El árbitro silba y Mosquito se encarrera. Ya tiró un penalti, en la ronda inicial, y venció a Gudiño con un tiro alto a la izquierda.

Uno, dos, tres, fueron exactamente 13 pequeños pasos los que dio el delantero brasileño, atacante altivo, que como estos tiros ha metido muchos en su joven carrera, y…

¿Cómo parar un penalti?

El manual no escrito del portero dice que para detener un penalti hay que seguir lo siguiente pasos:

1) Leer la colocación corporal del lanzador.
2) Analizar los movimientos

“Si el jugador realiza una carrera frontal, suele lanzar el penalti con el interior del pie con trayectoria paralela o con el empeine al centro de la portería.

Si la carrera es curva hacia el balón y dependiendo del ángulo el disparo será paralelo o cruzado.

“Esto es una regla de tres ya que hay jugadores mas habilidosos que pueden cambiar la trayectoria de disparo en el ultimo momento y engañar al portero”.

El héroe

Y llegó el momento de la verdad, Mosquito empalmó el balón. Otra vez lo mandó a la izquierda, pero no hacia arriba, sino a ras de césped, hasta ahí llegó Gudiño, El «Pulpo», el muchacho de 1.95 metros de altura a quien en algún futuro, le gustaría estudiar medicina.

Tocó el balón, un balón que nunca besó las redes.

Hasta ahí llegó Brasil, y México siguió adelante: “Es un orgullo representar a tu país en un Mundial, es el sueño que todo jugador tiene. Ahora, con este resultado, tenemos la motivación de volver a ser campeones del mundo”.

—¿Cómo te sientes?

“Se siente muy bonito”.

[Central Deportiva]