El jugador, autor de los dos goles que dejaron sin oro a Neymar en Londres 2012, amenaza de nuevo a la «canarinha»

¿Qué se necesita para jugar en la televisión?», le preguntaba un jovencísimo Oribe Peralta a su padre en una de esas tardes de fin de semana en las que el pequeño le acompañaba al campo de fútbol. «Tienes que ser bueno… y tener muchos huevos». La respuesta ha marcado la carrera del delantero mexicano, que en Brasil 2014 está refrendando el estatus de estrella que luce en su país.

Peralta, recién fichado por el América, es ya el jugador mejor pagado del fútbol azteca. Alrededor de dos millones de euros por temporada. Una millonada para una liga modesta, aunque alejada de las cifras millonarias que se pagan en Europa. A Oribe siempre le ha atraído el fútbol inglés y la Liga española, pero lo ve muy lejos. Prefiere centrarse en dar pequeños pasos, pero seguros.

Es algo que aprendió desde pequeño. Como por ejemplo, cuando recién llegado a la selección sub 17 se rompió la tibia y el peroné y estuvo a punto de tirar la toalla. En aquel momento, retumbaban en su cabeza las palabras de su padre. Un coraje que le ayudó a recuperarse y a volver a creer en sí mismo.

Marcado siempre por un físico endeble, a Oribe le costó crecer. «Siempre quería jugar con los más grandes, yo era el más pequeño de todos, y cuando me decían que no podía, me enfadaba», reconocía en larevista mexicana Gente el propio Peralta hace unos meses.

Mostrarse al mundo

Ese chico menudo, creció a base de tesón en la liga de su país. Nunca tuvo grandes expectativas. Tan sólo jugar y marcar goles. A sus 30 años, ha jugado en ocho equipos diferentes, siempre en su país. No quiere tirar por la borda la carrera que tanto le ha costado construir con una aventura fallida en Europa. Quizá por eso, la selección se ha convertido en su gran escaparate y Brasil 2014 en la cita perfecta para demostrar su valía al resto del fútbol mundial.

Allí, el otro día ya se lució marcando el primer gol de México ante Camerún y hoy amenaza a la anfitriona. Un Brasil que ya le sufrió hace dos años en Londres, cuando él solito se encargó de acabar con el sueño olímpico de los brasileños. El único título que aún no ha conseguido el fútbol brasileño tendrá que esperar, al menos, dos años más, hasta Río de Janeiro 2016.

Verdugo de Brasil en Londres 2012

En la final de Londres 2012, Oribe marcó el gol más rápido de la historia de los Juegos. A los 28 segundos, México ya le había arrebatado el favoritismo al equipo liderado por Neymar, que se vio superado en esa final de manera clara. Un segundo gol, también de Oribe, selló el oro mexicano y dejó a Brasil con la miel en los labios.

Ahora, Oribe vuelve a amenazar la tranquilidad brasileña en su propia casa. Junto a Gio dos Santos, forma la delantera mexicana en el Mundial, al que llegaron tras una clasificación muy complicada en la que el ariete marcó diez goles en once partidos. México afronta el duelo sin presión y con la tranquilidad que da ser la selección que más veces ha ganado a Brasil en los últimos tiempos.

De la capacidad de los brasileños de controlar sus acometidas saldrán buena parte de sus posibilidades de éxito. El que gane de los dos esta noche estará en octavos de final. Un sueño para los mexicanos y una obligación para el anfitrión, que deberá sobreponerse al «Hermoso» Peralta para sellar su pase a la siguiente fase.

[ABC noticias]