Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez informó que a los aspirantes a convertirse en sacerdotes se les hacen constantes evaluaciones para detectar y desalentar posibles hechos de pederastia. “Se les hace una evaluación, el que abusa de un menor es una enfermedad, pero a veces no es fácil detectarlo, pero se hace un estudio y un análisis. Para ser sacerdote después de la preparatoria son mínimo 8 años y se da a saber, pero tristemente quizás esto no se nota”, dijo.

Lamentó que la difusión sobre los casos de sacerdotes pederastas ha dañado considerablemente la imagen de la iglesia católica, “aunque en mi opinión, se ha exagerado la difusión, pues así como hay sacerdotes pederastas también hay papás, hermanos o familiares que abusan de menores, sólo que llama más la atención cuando se trata de un ministro de Dios”.

El obispo de la Diócesis de Victoria opinó que ante alguna acusación contra abuso de menores, si la ley comprueba que efectivamente existió, la ley debe aplicarse, se trate de quien se trate.

Las declaraciones del obispo surgen después de la detención del cura Guillermo Gil Torres acusado de pederastia, recluido en el Penal de La Pila con sede en la ciudad de San Luis Potosí, y del exhorto del Papa Francisco en el que pide actuar con decisión para acabar con el abuso de menores por parte de sacerdotes y asegurarse de que sean castigados.

[Gaceta]