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Para revertir el desprestigio de la Iglesia, Spike Lee, Enrique Rocha y el sacerdote y actor José de Jesús Aguilar dicen que es tiempo de un cambio
Obviamente no tienen derecho a voto pero, por su estrecha relación con el catolicismo, algunos famosos levantan la voz para expresar su deseo en el cónclave: que se elija a un papa que revierta el desprestigio de la Iglesia.
Spike Lee (activista de causas benéficas católicas), Enrique Rocha (católico y que grabó poemas de Juan Pablo II), Pilar Pellicer (educada en el catolicismo) y el sacerdote José de Jesús Aguilar (subdirector de radio y televisión del Arzobispado de México y actor) coinciden en que la Iglesia necesita un cambio.
Spike Lee tiene incluso el perfil del candidato ideal. En entrevista el cineasta señaló: “Me gustaría que fuera un papa latinoamericano. Esperaría que lo fuera porque la Iglesia necesita un cambio y eso sólo se dará si cambia el dirigente”, señaló el director, cuyos filmes suelen tener un matiz religioso y que en la entrevista portaba un crucifijo en el cuello.
De Jesús Aguilar disiente. Al señalarle que Latinoamérica merece un papa por aportar 40% del total de los católicos en el mundo, comenta: “Al pensar de esa manera, discriminas a los demás por ser europeos, africanos, negros o blancos.
“Me preocupa que la gente se deje llevar por las leyendas en torno a Malaquías y Nostradamus. En los textos de Nostradamus no hay centuria sobre un papa negro. Alguien le cambió y todo mundo lo sube a Internet, y se piensa que un papa negro sería negativo. Eso es el peor de los racismos”.
Sin regionalismos, Enrique Rocha manifiesta: “La Iglesia está desprestigiada y por eso espero que elijan al mejor por el bien de los católicos”.
Pilar Pellicer, quien se alejó de la praxis católica en su juventud, dice que es un “momento histórico” para el nuevo papa: “Es algo que ya se veía venir. Creo que él debe ser más estrictos con el problema de la pederastia y ser más abiertos en muchos temas”.
‘En el cónclave hay dedazo… de Dios’
El padre José de Jesús Aguilar afirma que los papas no son súper estrellas y por eso no importa si son o no personajes mediáticos. “Esa palabra (mediático) no es tan importante como se cree; al papa no le toca difundir información sino crearla. En el Vaticano hay personas encargadas de que los mensajes lleguen a la gente”.
Cuando se le comenta que había un abismo entre el carisma de Juan Pablo II y Benedicto XVI, señala: “A pesar del charming de Juan Pablo II, también hubo gente que no lo quiso. Si eres una figura pública que representa a la Iglesia cargas con lo bueno y malo de la institución aunque tú no lo hiciste”.
El subdirector de Radio y Televisión del Arzobispado de México dice que “los medios hacen brillar a unas personas más que a otras, pero no significa que sean mejores o peores.
Benedicto XVI dejó un legado importante en documentos, encíclicas y una nueva legislación contra la pederastia.
Y su renuncia hará pensar a los próximos pontífices que la Iglesia necesita líderes en buen estado corporal y espiritual. Al final del pontificado de Juan Pablo II hubo una muestra de fortaleza, pero en los últimos meses fue como si no hubiera habido papa”.
El padre Aguilar afirma que en la designación del papa siempre hay dedazo, aunque luego matiza con buen sentido del humor: “Hay dedazo de Dios”.
Difunden mensaje
Sin ser el vocero del Arzobispado, Aguilar difunde en los medios el mensaje de la Iglesia. En un ejercicio de imaginación, comenta: “Si yo fuera productor, pediría que manejaran el cónclave como un espectáculo.
“Metería personajes para darle ambiente: las leyendas de Malaquías y Nosdamutras, las quinielas en Las Vegas. Incluso, hacer una votación en Twitter y determinar quién saldría de papa si el mundo votara”.
Al comentarle que, a ras de calle, la gente se pregunta por qué el Vaticano sólo anula bodas de gente rica y famosa, contesta: “Se conocen los casos de personas famosas porque es noticia; los medios no dan espacio a casos de gente humilde. Y hay casos de gente adinerada a la que no se otorga la nulidad”.
José de Jesús Aguilar es párroco de la iglesia de San Cosme y Damián, en el Distrito Federal.
Su carisma hace posible que las misas que él celebra sean atendidas por un promedio de mil personas, cifra que baja dramáticamente cuando no está.
El padre Aguilar también es actor, y tiene el privilegio de aparecer tanto en Televisa como en TV Azteca, donde ha hecho apariciones en telenovelas y programas unitarios.
[Vanguardia]
