Matamoros, Tamaulipas. – La cuestión migratoria sigue siendo un aspecto muy grave por el alto índice de desintegración familiar que ello provoca, sin embargo, este fenómeno no habrá de terminarse nunca mientras exista el hambre y la miseria en nuestro país.

Así lo afirmó Francisco Gallardo López, encargado de la Casa del Migrante en Matamoros quien señaló es cada vez más frecuente ver niños solos o acompañado por sólo uno de los padres, incluso con personas totalmente ajenos a ellos y este es un tema de todos los días, precisó.

Esa es una parte de la gravedad; otra de ellas, añadió Gallardo López es en relación a las deportaciones masivas que hacen las autoridades migratorias de Estados Unidos.

Comentó que en el pasado se había tomado el acuerdo de que las deportaciones se harían en un mes por Reynosa y otro por Matamoros, sin embargo, sólo están cruzando por esta frontera y muy pocos por la de la vecina ciudad.

Lo anteriormente descrito les ha llevado a actuar de manera inmediata en apoyo al migrante a través del módulo de atención en la Central de Autobuses “Lucio Blanco” en donde les ayudan con llamadas e incluso a veces hasta con recursos o boletos para que lleguen a sus destinos.

El Sacerdote Francisco Gallardo López hizo referencia a que no se ha cumplido con el acuerdo aquel de que un mes cruzarían por Matamoros y otro por Reynosa. Pero, agregó, a pesar de ello, están conscientes de que se les debe apoyar a estos hermanos en desgracia.

Es por ello, que, dijo, mientras no existan oportunidades en México para que las familias salgan adelante, mientras haya hambre y miseria, seguirá la migración de mexicanos hacia Estados Unidos.

 Por: Isabel Rendón