La actriz dio voz al famoso personaje de tv, trabajó al lado de Mauricio Garcés y participó en todas las telenovelas clásicas
Irma Lozano perdió la batalla contra el cáncer de glándulas salivales la madrugada de ayer; sus hijos María Rebeca y Rafael Omar sólo externaron en un comunicado que su muerte es un día de celebración, de amor y de respeto.
En ese documento, ambos destacan su agradecimiento a su madre, cuyo nombre real era Susana Irma Lozano González:
“Gracias, madre, por tu ejemplo de vida, por tu lucha, tu sencillez y humildad y más que nada por el amor que siempre brindaste a tu público y a tus hijos”.
Los hijos de la actriz pidieron vivir estos momentos de dolor en la intimidad y agradecieron la solidaridad y apoyo incondicional a su madre y a ellos.
Este año, la actriz había cumplido 50 años de trayectoria, que empezó con la teleserie Madres egoístas y continuó con todos los melodramas hoy clásicos: El derecho de nacer, Rubí, María Isabel y Yesenia, además de su memorable personaje de Rosario en Mundo de juguete; su última aparición fue en 2010 en Como dice el dicho y en teatro, Adorables enemigas, en 2009.
Pero la actriz también dejó huella como la voz de otro clásico: Mi bella genio, además de haber sido compañera en teatro y cine de Mauricio Garcés (Modisto de señoras).
Cobijada por sus amigos
Amigos y colegas de la actriz acudieron ayer a despedirla a una agencia funeraria, donde se ofreció una misa y se escuchó un minuto de aplausos antes de que sus restos sean incinerados, hoy a las 15:00 horas.
Conmovidos, Irma Dorantes, Enrique Novi, Beatriz Aguirre, Isabel Martínez “La Tarabilla”, Patricia Reyes Spíndola, Mario Casillas y el estilista Alfredo Palacios la describieron como una buena amiga y actriz, y ejemplo de toda una dama, como ya no hay en la actualidad.
“A mí me da dolor porque tuve la suerte de trabajar con ella, de haberla conocido, es de la vieja onda, de la decencia, la amistad, el calor humano”, expresó Novi.
Y agregó que “Irma es un gran ejemplo para las actrices de hoy en día, de cómo debe comportarse todo una dama”.
[El Universal]