En los más de 96 mil tweets enviados en la primera hora después de que se hizo el anuncio, el 71 por ciento fue negativa
Bueno, en internet, que explotó el jueves por la noche luego que Warner Bros. anunció que Affleck interpretará al Caballero de la Noche para su nueva película de Superman y Batman, la noticia no gustó ni un poquito. Los chistes (muchos de ellos imaginando a un Batman del sur de Boston) dominaron Twitter. Y se lanzaron peticiones con miles de firmas para exhortar a Warner Bros. a reconsiderar su decisión.
En los más de 96 mil tweets enviados en la primera hora después de que se hizo el anuncio, el 71 por ciento de esa conversación fue negativa, de acuerdo a la firma de análisis Fizziology.
La respuesta, casi equivalente a la noticia de un apocalipsis, fue sin duda exagerada. Tras la pesada y triste «Man of Steel» («El Hombre de Acero») agregar a Affleck —un actor de luz y carisma, además de un cineasta cada vez más capaz— sólo puede mejorar una franquicia actualmente en las manos del director de «Sucker Punch», Zach Snyder y el musculoso pero ordinario actor de Superman Henry Cavill.
Affleck probablemente dista de ser el mayor problema del filme, que comenzaría a rodarse el próximo año y se estrenaría en julio de 2015. Él ya ha demostrado ser un Superman más interesante, también, interpretando a un amargado George Reeves en el atmosférico docudrama de 2006 «Hollywoodland».
No es la primera vez que se producen reacciones exageradas contra la selección de un actor que termina siendo querido y elogiado. Hubo muchas críticas cuando Daniel Craig, que tenía la audacia de ser rubio, heredó el papel de James Bond. Algunos, también, cuestionaron la idoneidad de Jennifer Lawrence para el papel de Katniss Everdeen en «Los juegos del hambre». ¿Y quién habría adivinado que Michael Keaton podría ser uno de los mejores Batman?
Pero la selección de Affleck habla de un cambio mayor en esta era de producciones de superhéroes. Affleck le seguirá los pasos a Christian Bale, el astro de la trilogía «El Caballero de la Noche» de Christopher Nolan, el apogeo artístico de las películas de superhéroes, una serie que trató a su héroe no como una caricatura sino como un navío para explorar temas como el terrorismo y la justicia.
Los días de tales aspiraciones, empero, parecen estar menguando. Sam Raimi ya no está guiando al Hombre Araña. La mayoría de los superhéroes más populares van por su segunda o tercera reiniciación. Tras el éxito «The Avengers» («Los Vengadores») de Joss Whedon, Hollywood tiende cada vez más a reunir a sus héroes. Otra película de «Avengers» está en camino. Y tras la cinta de Superman-Batman, se rumora que vendrá otra sobre la «Liga de la Justicia», con Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flash, Acuaman y otros.
Estos son el tipo de proyectos que pueden verse como una señal de que se vende la credibilidad artística si no fuese éste un género cinematográfico basado en hombres con mallas. Los éxitos de superhéroes, aún la máxima atracción en los grandes cines (con 408,2 millones de dólares, «Iron Man 3″ es el mayor éxito de taquilla del año), han hecho de los trucos un recurso comercial más que un defecto.
En el pasado, las películas de superhéroes no necesitaban de estrellas: la marca era la principal atracción.
Pero por ser una gran estrella, Affleck tiene un gran bagaje que muchos anticipan rechinará de un modo similar al de George Clooney cuando actuó en «Batman y Robin» de Joel Schumacher en 1997, una película tan mala que a menudo la han citado como un catalizador para las interpretaciones más serias y dramáticas de los superhéroes.
Es irónico, porque Affleck parece emular la carrera de Clooney al incursionar en la dirección y coquetear con la política. Affleck, de 41 años, asumirá el papel de Batman siendo un poco mayor y con un lugar más establecido en su carrera. Pero mejor será que escuche otro consejo de Clooney: que al menos no permita que le pongan pezones al traje de Batman.
[Milenio]